En momentos que una gran crisis golpea con fuerza la sociedad mundial. La mayoría de las personas marchan errantes en busca de un horizonte que muchos no logran conseguir.
Mientras la crisis la crisis se agudiza los terrícolas buscamos soluciones particulares a problemas colectivos.
Esta realidad no escapa a la República Dominicana.
Una gran cantidad de dominicanos se enfocan en conseguir un desarrollos personal olvidando por completo la colectividad.
Entre tanto esto ocurre, un grupo reducido de oligarcas trepadores en combinación con sectores de poder y parte de la clase política dominante, explotan las fuentes de riquezas de todo un país para ellos solos.
Esa clase maldita que se ha enriquecido con el patrimonio de la nación, vive como gente honorable y respetable, adulados por un grupo de ignorantes que ve en ellos un ejemplo a seguir.
Que equivocados están, por que mientras los hijos de esas "personalidades" se educan en los colegios mas caros de la república, luego cursan sus estudios superiores en las universidades extranjeras de mas renombres en el mundo, nuestros pobres no tienen acceso a una educación digna.
Esta gente se la pasa en los restaurantes mas finos y en sus casas sobran los manjares, mientras los pobres se mueren de hambre, vulnerandoles el derecho a la alimentación.
Esos caciques vacacionan en Venecia, París, o cualquier parte del mundo que se les antoje. Viajando con mas facilidad a esos países que un campesino a la capital.
Frente a tanta desigualdad e injusticia social, tenemos un pueblo que en su inmensa mayoría se mantiene pasivo, observando en silencio mientras dos o tres acaban con lo que es de todos.
Ese pueblo en algún momento tendrá que despertar, las cosas no pueden continuar así, la brecha social cada vez mas grande (los ricos mas ricos y los pobres mas pobres).
Hasta que el pueblo despierte, la mayoría continuaremos viviendo tiempos muy dificiles y unos pocos tiempos muy buenos.
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